martes, junio 03, 2014

Ese Gran Final... Super Mario 3D Land



Y 16 meses después, al fin consigo pasarme un juego de 3DS (maldito Animal Crossing jaja).

Después de ocho mundos llegamos a nuestra última parada, el Castillo de Bowser, una clásica pantalla llena de lava que caer nos costará la vida. Me ha llamado especialmente la atención un sector de la pantalla en el que movemos una plataforma móvil adelante y atrás mientras monstruos de lava nos acechan por todas partes.


Al final de la pantalla nos espera, como no, Bowser, pero no será un enfrentamiento directo. Hay plataformas sobre la lava y Bowser ataca desde la distancia. Para colmo, habrá tramos que, aparte de Bowser nos saldrán los monstruos de lava, teniendo que lidiar con ataques desde dos flancos.


Si recordáis algún Mario Land de NES/SNES, el objetivo se basa en tirar a Bowser al vacío pulsando un interruptor que derriba un puente. Aquí es lo mismo, sin embargo, la palabra 3D del título no hace referencia sólo al efecto visual de la consola, también se refiere a que no es un Mario lateral, y eso se nota ahora. En aquellos juegos de antaño bastaba con saltar por encima de Bowser y ya llegabas al interruptor, aquí no.

Después de las plataformas, Bowser en persona te bloquea en camino, pero no puedes agarrarle de la cola ni nada parecido, sino esquivar sus ataques e ir presionándole para que retroceda hasta encontrar un hueco que te lleve al interruptor.


Después de tirarle a la lava, es hora de rescatar a la princesa, pero, ¡sorpresa! Cuando te lanzas a por ella la rompes porque es una figura de atrezo. ¡Nos han tomado el pelo! ¡El juego no se acaba aún! Recuerdo hace dos veranos que ayude a un amigo a pasarse uno de los Marios de NES que llevaba atascado desde niño y al llegar al final salía un cartel que decía La Princesa está en otro castillo. Era mentira, estaba un poco más adelante, pero el susto te lo llevas, así que parece que el vacile es una característica básica de estos Marios.


El mapa se expande y aparece la pantalla 8-6, un nivel basado en plataformas giratorias que van en un sentido u otro en función del lado en que te coloques. Sí, evidentemente si tu estás en un borde y la plataforma gira hacia ese lado, la propia plataforma estará intentando que te caigas continuamente y hay que controlar muy bien el equilibrio entre el salto y la posición para no caer a la lava ni invertir el giro de la plataforma.


Una vez pasada, al fin llegamos, una vez más, al Castillo de Bowser, (esperemos que este sea el bueno). Además nos piden cien medallitas para desbloquearlo, número demasiado redondo como para que no sea de verdad la pantalla final.


La pantalla comienza en una plataforma que se mueve sobre raíles mientras nos llueves proyectiles de fuego por doquier, obligándonos no sólo a movernos para evitarlos, sino muchas veces también a saltar, con el claro objetivo de hacernos caer combinando un mal salto con el movimiento de la plataforma.


Después llegamos al Castillo, y encontramos a Peach, sí la de verdad, pero al ir a por ella, Bowser cae desde arriba y se interpone entre los dos. Desgraciadamente para él y para nosotros, no ha calculado bien la fuerza con la que aterriza y rompe el suelo, cayendo los dos al vacío.


Estamos de nuevo al lado de la lava, y ahora hay que subir, a la vez que tenemos un nuevo enfrentamiento con Bowser. La mecánica es la misma, salvo que ahora no le presionamos nosotros a él, sino él a nosotros. Al principio nos tirará un par de bolas de pinchos y un par de barriles, pero enseguida se mantendrá al margen lanzando bolas de fuego desde lejos hasta que alcanzamos el interruptor.


Pero al tirarle la cosa no ha terminado, Bowser vuelve de la lava y el recorrido continúa. Seguimos escalando el castillo, pero ahora la mayoría de las plataformas (casi todas más bien) serán frágiles y se derrumbarán nada más pisarlas, complicándonos más la misión, y por supuesto tendremos que seguir lidiando con las bolas de fuego de Bowser, que ahora son de un color entre morado y rosa, y más grandes. De cara a esta parte es importante con qué objetos hemos llegado al final, pues el disfraz de mapache nos dará un mejor control de vuelo, facilitando mucho las cosas.

Como traca final, al cruzar el puente que nos lleva hasta el interruptor, la cámara se pondrá de frente, teniendo que avanzar mientras vemos a Bowser persiguiéndonos, y esquivando muros de bloques que, desde nuestra vista, aparecerán de la nada, tratando de ralentizar nuestro avance. 


Una vez pasemos el puente, sólo queda pulsar el interruptor y Bowser caerá por tercera vez a la lava, ahora ya, para no volver.


Llegamos arriba, el castillo está prácticamente destruido. Peach continúa atada al poste, que casualmente, es el poste donde izamos la bandera al terminar cada pantalla. Al tocarlo, también liberaremos a la princesa, con la que haremos un pequeño baile para terminar saltando de felicidad.


Durante la presentación final, lo único que ocurre es que Mario se lleva a Peach en brazos, volando con ayuda del disfraz de mapache. Fin.


Bueno, nos encontramos ante un Mario que ha sabido aprovechar las características de un 3D sin renunciar a las de un Land, aprovechando lo mejor de cada uno. El enfrentamiento final ni es dar un salto ni tampoco es agarrar a Bowser tres veces de la cola, se trata de sortear peligrosas plataformas con ciertas ayudas, y también con ciertas presiones, porque al fin y al cabo, Mario es un juego de plataformas. También tenemos una pequeña sorpresa, aunque sea una broma, y unas pantallas finales que nos harán pensar muy bien donde hay que pisar antes de decidirnos a pulsar el botón.

En conclusión, gracias, Nintendo, por regalarme este juego con aquella promoción, pues estoy seguro de que no lo habría comprado por propia voluntad. Yo soy muy de Marios de recolección de estrellas y no de izar la bandera, pero después de probar este título creo que voy a expandir mis horizontes y volverme de Marios 3D, rechazando únicamente los juegos de recorrido lateral.


Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre

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