lunes, octubre 12, 2015

Ese Gran Final... Saint Seiya Soul of Gold




Después de una primera batalla contra Loki en la que los caballeros parecen haber vencido, finalmente son capturados por el árbol sin excepción. Aioria (o su espíritu) aparece cayendo al vacío, cuando el espíritu de Lyfia aparece flotando, y con solo tocarle, despierta en el mundo real, donde se encuentra que todas las armaduras de oro han sido robadas por Loki.


Loki ha revivido por completo. A pesar de que la Athena Exclamation le dio de lleno, lo único que tuvo que hacer fue saltar a otro cuerpo para salvarse. A pesar de todo, aún tiene que esperar a que el Fruto del Mal florezca gracias al cosmos de las doce armaduras de oro, tiempo en el que Aioria se propone derrotarle.


Sin armadura, y frente a un Dios, Airoria es poco más que un juguete en las manos de su adversario. Al intentar rematarle, la flecha de su hermano Aioros le salva. Aioros también se ha visto despojado de su armadura, y las heridas del combate anterior le habían impedido aparecer hasta ahora.

Aioros nos cuenta que, tras su enfrentamiento con Andreas, fue encontrado por sirvientas del palacio, y llevado ante Hilda, que conocía la verdad desde el principio. Lo que Loki planea obtener del Fruto del Mal es uno de los tesoros de Asgard, la Lanza de Gungnir.


Los dos hermanos comienzan su enfrentamiento contra el Dios Loki, pero siguen sin ser rivales para él. Mientras tanto, Frodi reza a la estatua de Odín para que les ayude, y Odín responde resucitando a Lyfia y prestando su armadura.


Va quedando claro que este spinoff se pasa varias cosas por el forro. Aunque me dolió que mataran a Lyfia, tampoco me sorprendió demasiado, porque en Saint Seiya, la muerte es algo natural. La inmensa mayoría de los personajes mueren en su primer combate, y los demás, casi ninguno llega vivo al final de la serie. Pero coger y ponerte a jugar de esta manera con la vida ahora sí, ahora no, desde luego no es lo más acertado, que aquí no hay bolas de dragón. De momento sigamos, a ver cómo lo justifican.

En el campo de batalla, Aioria y Aioros comentan su estrategia. Hilda le entregó a Aioros un objeto con el que sellar a Loki, pero para que funcione, te tiene que aceptar. El objeto, llamado Draupnir, y con forma de puño americano, acepta a Aioria, por lo que su hermano se lo confía.


Aioria vuelve a salir al enfrentamiento de Loki, pero continúa en desventaja. Loki está a punto de golpearle por la espalda, cuando la Armadura de Odín aparece para cubrirle.


Es ahora cuando nos cuentan la verdad. Lyfia es la reencarnación de Odín, como lo es Saori de Atenea o Julián Solo de Poseidón. Sin embargo, requiere un tiempo que el cuerpo huésped despierte los poderes del Dios al que acoge, tal y como le pasó a Saori al principio de la serie, y por tanto, aunque muchos sabían lo que estaba ocurriendo, no podían hacer nada, porque su aliado estrella todavía estaba por llegar.

Bueno, está bien. Desde luego no me esperaba que un Dios masculino se reencarnase en un cuerpo femenino, pero tampoco me parece mal. Lo que sigue sin cuadrar del todo es que eso justifique que Lyfia pueda morir y resucitar sin que pasa nada. Recordemos que en la saga de Hades, cuando Shun es poseído, pide que le den muerte porque así Hades no podría resucitar y se acabaría la guerra: pero bueno, si esta serie parte de la base de que los caballeros de oro muertos son resucitados, ya se pueden inventar cualquier cosa.

Aioria acepta la armadura de Odín, y al tocarla se vuelve dorada (creo que ya tenemos DLC para Soldier's Soul...)


Esta idea está bastante bien, pues teniendo en cuenta que el principal reclamo eran las God Cloth, no olvidarte del lugar en el que está aconteciendo la serie y apartar tanta God Cloth para darle un poco de protagonismo a los poderes nativos de Asgard demuestra que por lo menos te molestas un poco en currarte las cosas.

La batalla comienza y ahora es Aioria quien lleva la delantera. La combinación entre la armadura de oro de Odín y el Draupnir pone en complicaciones a Loki, el cual llega al punto de querer revertir la resurrección de los caballeros. Recordemos que Aioria y los demás han resucitado en forma de einheriar, que es el término nórdico para referirse a los espíritus de los guerreros caídos en combate. Para entendernos, no han resucitado realmente, son invocaciones como pasa en Naruto o en la propia saga de Hades.


Loki intenta revertir la resurrección de los caballeros, pero no lo consigue y no entiende el porqué. Lyfia no tarda en darle respuesta. Como ya hemos comentado anteriormente, muchos personajes estaban al corriente de la situación, pero tenían las manos atadas hasta que Odín despertara en el cuerpo de Lyfia. Es por eso que fue el propio Odín quien resucitó a los caballeros de oro, y además recalca que no son invocaciones, que es una resurrección real.

Aquí ya entramos en terrenos farragosos, porque si es cierto, las marcas moradas propias de los einheriar que muestran en numerosas ocasiones los cuerpos de los caballeros de oro no tendrían que haber aparecido nunca. La propia resurrección la justifican como un milagro del que sólo Odín es capaz, por lo que ya pasamos a términos divinos en los que no podemos entrar a valorar racionalmente, pero no termina de quedar todo bien sujeto.

El combate continúa, y desde luego, de una manera que no habíamos visto nunca. Aioria utiliza la espada de Balmung para sostenerse en el aire sobre ella, saltar y atacar a Loki una y otra vez, y parece una mezcla entre Marty Mcfly y Sonic saltando de plataforma en plataforma.


Finalmente, salta muy alto y aprovecha la caída para asestar un golpe final a Loki, combinando el Draupnir con el Lightning Plasma. En ese momento, la lanza de Gungnir renace del todo, pero el cuerpo de Loki, empujado por el ataque de Aioria, termina quedando empalado en la lanza.


Parece que todo ha terminado, pero no. La lanza acepta a Loki como su legítimo dueño y cura sus heridas. Loki no sólo ha revivido sino que además ha completado su objetivo. Rápidamente, desata un fiero ataque energético con su nuevo poder, destruyendo la armadura de Odín que portaba Aioria.


Parece estar todo perdido. Lyfia propone rezar. Con su rezo, las armaduras de oro, desprovistas de todo su poder, que había sido absorbido por el árbol, comienzan a recuperarse. Aioria y Aioros reaparecen, vestidos con sus Gold Cloth, pero no son los únicos. Shura, Camus, Saga, así como el resto de caballeros de oro hacen su aparición.

¿Cómo? ¿Por qué? Como Afrodita de Piscis controla plantas, algunas de ellas venenosas, su cuerpo es inmune a las toxinas del árbol. Al ser absorbido primero, pudo proteger a los demás según los capturaban, y asegurarse de que ninguno muriera (vale, tiene sentido).


Es la hora de la batalla final, no sin antes hacer un pequeño apunte. En el opening del último capítulo, aparece el ojo de Poseidón, identificable por el cabello azulado que lo rodea. Veremos si este pequeño dato desemboca en un spoiler o se queda en una simple anécdota.

Nada más empezar, los doce caballeros de oro comienzan su ofensiva. Atacan por parejas, llegando incluso a combinar sus ataques, aunque no siempre. Por primera vez, vemos en acción al caballero de Sagitario luchando como uno más entre sus compañeros, haciendo algo más que lanzar una simple flecha.

Sin embargo, a pesar del poder de todos sus ataques, la combinación formada por Loki y la Lanza de Gungnir sigue siendo difícil de superar. Enseguida, Loki toma la delantera desatando un ataque energético que ni los poderes de Mu, Shaka, Camus y Dohko con escudo incluido pueden parar.

 
A pesar de que no consiguen bloquear el ataque completamente, la protección que ofrecen esos cuatro caballeros consigue salvar de la muerte a todos. El peligro no ha terminado, y todos los caballeros están tirados por el suelo, sin fuerzas, cuando una suave lluvia de pétalos rojos comienza a precipitarse sobre la zona. Atenea les manda fuerzas desde el inframundo (recordemos que estos sucesos tienen lugar mientras Seiya y los demás están en el Elíseo).


Hasta ahora, los caballeros sólo podían despertar la God Cloth utilizando el puñal que Atenea usó para suicidarse, pero ahora que los pétalos bañados con sus sangre han tocado sus armaduras, ya puedes hacerlo cuando quieran. Así que, ya sabemos lo que toca, ¡God Cloth!


Se vuelve a repetir la escena del principio del capítulo. Todos los caballeros van atacando por parejas, pero esta vez, si consiguen infligir daño a Loki. Se llevan los honores los ataques de Saga y Aioros combinados, aunque los de los demás tampoco se quedan muy atrás.


Una vez han tenido cada uno su minuto de gloria, dejan paso a Aioros. Loki continúa atacando, pero los demás le cubren. Aioria consigue llegar hasta Loki, pero se cubre con la lanza, produciendo un forcejeo.


A pesar de llevar la God Cloth y el Draupnir, Loki sigue resistiendo sus ataques. No obstante, Aioria comienza a sentir una extraña sensación. Un nuevo poder se une a su fuerza. El cosmos de todas las personas, incluso de la propia tierra de Asgard, que están rezando junto a Lyfia (toma guiño a Dragon Ball) ayudan al caballero de Leo a perpetrar su victoria.


Finalmente, Loki queda sellado de nuevo en el Draupnir. Como me imaginaba, nada más acabar con Loki, los cuerpos de los caballeros empiezan a desvanecerse. No habían sido revividos del todo en ningún momento, simplemente eran invocaciones, digamos, de mejor calidad, pero invocaciones al fin y al cabo. Y ahora que han cumplido su papel, es hora de que vuelvan a donde pertenecen.


Aioria se pregunta cómo le estará yendo a Seiya y los demás en el Elíseo, y señala que le gustaría poder enviarles las armaduras de oro. En ese momento, Poseidón les habla y se ofrece voluntario para enviarlas al Elíseo. Hala! A eso venía el guiño del opening. Han utilizado la serie para justificar la aparición de las armaduras doradas en la saga de Hades. Muy bien jaja, pero lástima de lo poco que sirvió, eso sí.

Todos los caballeros se van desvaneciendo uno a uno, hasta que sólo queda Aioria. Lyfia rompe a llorar y se abraza a él. Quiere decirle algo (todos sabemos el qué), pero cuando levanta la mirada, él ya se ha desvanecido. Conserva el colgante de Aioria como recuerdo, pero eso no es suficiente para compensar la oportunidad que ha perdido, y rompe a llorar.


Por último, se ve el cielo. El Sol comienza a ocultarse por el Gran Eclipse. En otro lugar, muy lejano, la batalla todavía no ha terminado. Fin.


Pues la verdad, eso ha resultado mejor de lo que esperaba. A pesar de ser un spinoff creado para sacarle el dinero a la gente con nuevos Myth Cloth (y a mí con el Soldier's Soul de PS4) está mínimamente currada y se ha cuidado al detalle la coherencia con la historia original. Tiene sus más y sus menos, pero el balance es claramente positivo gracias a la armadura de Odín dorada, a los pétalos de sangre de Atenea, y a lo largo del final respecto a la serie completa (el final es casi un cuarto de la serie). Los aspectos negativos, que juegan demasiado con las resurrecciones, y que desmerecen un poco la fuerza de los caballeros de oro. Sólo hay que pararse a pensar que Seiya con la God Cloth ya deja en ridículo a Hades (aunque luego termine como termina, que no es precisamente por fuerza de Seiya) y aquí entre los 12 les cuesta vencer a un Dios menor.

Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre

2 comentarios:

  1. Amigo, soy de Perú soy un buen fan del anime y aveces me considero un otaku, desearia cordialmente que te asociaras conmigo tengo varios blogs. Solo deseo publicar tu contenido de esta página ya que la califico como muy buena, juntos creo que podemos hacer y lograr mas cosas espero tu sincera respuesta.
    una persona buena: Wilber Bazán

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  2. Resumiendo una serie mas de SS aunque algunos momentos mejores que otros el inicio fue flojo mas una pelea regular del final el mensaje siempre es el mismo los santos dorados son los grandes heroes y los de asgar unos inutiles, bueno gran resumen. Yo la critique un poco por mi blog, haber si lo lees y que te parece. Saludos.

    http://elblogdekasehaya.blogspot.pe/search/label/saint%20seiya

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