domingo, junio 19, 2016

Ese Gran Final... Yoroiden Samurai Troopers




Conocido en España como Los 5 Samurais y en América como Ronin Warriors.

Korina, poseída por Oroki, ha derrotado a los cinco samurais, además ha traicionado también a los tres demonios para apoderarse de sus armaduras. Ahora, el único que puede hacer frente a Oroki es Demon.


Sin embargo, la batalla es demasiado desigual, mas para un personaje que intenta utilizar a su favor poderes de un mundo al que ya no pertenece. Korina,o mejor dicho, Oroki, no necesita de muchos esfuerzos para someterle.


Una vez con las nueves armaduras en su poder, Escorpio coloca cada una de las armaduras en una de las torres del santuario, provocando un eclipse, que de momento queda sin explicación.


Emma y Dani, que ahora solo gozan de la protección de Llama Blanca, son atacados por ella, que intenta arrebatarles la joya de la vida. Sin embargo, gracias al bastón de Ariel, Demon consigue teletransportarse fuera de la torre en la que estaba encerrado y se reanuda el combate.

Consciente de que los métodos normales no van a funcionar, Demon opta por una estrategia arriesgada. Se deja golpear por un ataque mágico sólo para pillar a Korina con la guardia baja y contraatacar cuando no se lo espera.


El plan le sale bien, y gracias a ello consigue acercarse a Korina y destruir su armadura, que era el medio mediante el que Oroki ejercía su posesión. Además, para terminar de expulsar a Oroki, Demon se quita su armadura y se la pone a Korina, logrando por fin su objetivo.


Korina queda libre del embrujo de Oroki y de la influencia de Scorpio, pero el ataque que Demon tuvo que dejarse dar hace unos instantes termina siendo demasiado para él, y cae al río en redondo. Dani corre a socorrerlo, pero ya es demasiado tarde. Ha muerto.


Korina, ya libre, decide cambiar de bando y volverse buena, como era originalmente, y hereda el puesto de Demon como sucesora de Ariel.

Solucionado este tema, Dani se monta en Llama Blanca y van a liberar a los samurais. Llegan a la torre donde está encerrado Héctor, y Dani trata de liberarlo con la joya de la vida, pero misteriosamente, no funciona. La sala no tarda en llenarse de soldados, y en el momento en que atacan a Dani, la joya reacciona, iluminándose con gran intensidad, y liberando a todos los que estaban prisioneros, samurais y demonios.


Ahora que se ha quedado prácticamente solo, Scorpio entra en escena, enfrentándose a Korina, que trata de aguantar en lo que llegan los samurais, ahora portando la armadura de Demon.


Hector y los demás vienen de camino, retrasados por las hordas de soldaditos, que aunque no les suponen ningún problema, algo de tiempo sí que les requieren. De camino, Héctor ve el eclipse, que va avanzando.


Los samurais se van reuniendo por el camino, y deciden que no merece la pena seguir combatiendo, por lo que pasan de largo hasta llegar a su objetivo, casi al mismo tiempo que los demonios, que acaban de llegar también. Con todos reunidos, Scorpio explica el eclipse. 

Cuando el eclipse se complete, el mundo humano y el mundo de los demonios se unirán para siempre. Los espíritus del mal, comandados por Oroki, comienzan a invadir el mundo humano, moviendo las torres al mundo humano, que pueden encerrar en su interior a todos los humanos que posean maldad en su corazón (es decir, todos).


Acto seguido, Scorpio invade también el mundo humano, y sus soldaditos comienzan a sembrar el caos y la destrucción allá por donde pasan.


Scorpio hace que los escombros de los edificios que destruyen sean oro a ojos de los humanos, quienes comienzan a alegrarse de su buena fortuna, y poco después a pelearse entre ellos por eso que creen que es oro.

Los samurais persiguen a Scorpio al mundo humano, donde los espíritus del mal de Oroki les tienden una trampa, atacándoles todos a la vez. Acorralados, finalmente hacen que Héctor se ponga la armadura blanca.


Lo primero que hace Hector nada más ponerse la poderosa armadura, es dar un puñetazo que desemboca en un fiero rayo de fuego que atraviesa a Oroki sin piedad, acabando con su vida.


Esto es lo que se llama un buen calentamiento. Sin tonterías, zas y fuera.

Con Oroki derrotado, ya sólo queda Scorpio, que se enzarza en un duelo contra Hector.


Hector prueba con su ataque de fuego que ataca con las dos espadas a la vez, pero Scorpio es capaz no sólo de contenerlo, sino también de devolvérselo, debilitando mucho a nuestro protagonista. Scorpio reclama su victoria y la armadura, pero antes de entregarla, Hector prefiere otro final. 

Sin una explicación detrás, ya que lo que voy a decir a continuación no ha ocurrido nunca a lo largo de la serie de manos de uno de los samurais, Hector se mete dentro del cuerpo de Scorpio y le inmoviliza. ¿Cómo? Ni idea, puesto que Oroki era un espíritu, tenía sentido que poseyera cuerpos, pero un humano, por mucha armadura sagrada y mega guay que tenga, la verdad es que no hay por donde cogerlo...


Héctor no posee a Scorpio, simplemente se mete dentro de su cuerpo para impedirle moverse, hasta ahí llega su poder. Como Scorpio tampoco puede atacar ni defenderse, Héctor pide a sus compañeros que acaben con él. Ellos se niegan, pues saben que si lo hacen, también matarán a Héctor, pero dada la insistencia del samurai y que tampoco tienen un plan mejor, finalmente se deciden, y aquí viene el ataque final, con la versión instrumental del segundo opening de la serie de fondo.








Los cuatro samurais envuelven a Scorpio con su ataque múltiple, en una combinación que le ataca desde todos los flancos, cortándole un brazo, algunas de las espadas que adornaban su espalda, y termina cortándole por la mitad, sin dejarle opción de defensa alguna, y acabando con su vida, al igual que con la de Hector. Finalazo, cuando de pronto...


La joya de la vida que porta Dani se activa y resucita milagroamente a Hector, que aparece enterito y con la armadura todavía puesta.


Que manera de destrozar el final... Si todavía lo estaba saboreando y me lo han quitado de la boca. Sobre todo, que puta manía de que las cosas salgan gratis, ¿qué mensaje estás transmitiendo con eso? Me da igual que el público objetivo de la serie sea de corta edad (yo mismo la vi la primera vez con ocho años, aunque me perdí el último capítulo y no lo pude ver hasta que la serie apareció en Internet en 2005). Pero nada, parece que hay que forzar un happy end que si no no vende...

Poco más que añadir. Los samurais celebran su victoria alzando los cascos al cielo, se despiden de Korina y viven en paz. Fin.


Bien, ya entrando en materia, esta serie es malísima. Con ganas además, y lo dice una persona que le guarda un cariño tan enorme como para haberse gastado 15000 yenes en una figura de Hector con la armadura blanca en Japón, pero las cosas como son. Con 8 años me daba lo que necesitaba. Hostias, transformaciones y no tener que pensar. Muy estilo Power Rangers, pero si te paras a verla más detenidamente, el malo resucita sin motivo, los protas no se conocen al princpio de la serie, no se sabe de donde han salido, y en nada ya es como si fuesen colegas de toda la vida, Ariel sale poquísimos capítulos y luego es casi como Goku de importante, se autoproclaman discípulos suyos cuando ni siquiera sabemos donde han entrenado... En fin, muchas cosas...

Ahora bien, en cuanto a su final, ya sólo el hecho de que el prota de un paso al lado y sean los coprotas los que den el golpe final y acaben con el último enemigo, eso es algo que yo no he visto en mi vida. Ni en un manga, ni en un anime, ni en un videojuego, ni en ningún sitio. Estoy seguro de que habrá algún caso más, aislado por supuesto, y si lo conocéis me encantaría que lo compartierais conmigo, a ser posible sin darme los detalles, solo algo en plan en tal serie pasa algo fuera de lo común. Lo que sí hay bastante, son protas de pega, como el del Final Fantasy XII, como Desmond Miles, o como Sawada Tsunayoshi. que son protagonistas que en realidad están supeditados a un tercero, y por tanto no es que no pinten nada al final, es que no pintan nada en toda la historia, pero en cualquier título en el que haya un protagonista íntegro y destacable, al final, el que pone las manos sobre la mesa, el que hace el último movimiento o toma la última decisión, normalmente con la colaboración de algún personaje más, siempre es el prota, y este es el único sitio donde no se cumple esa condición.

También podemos comentar de manera positiva la muerte de Demon, que no era algo que se viese venir, y menos de esa manera tan repentina, la muerte de Oroki, o mejor dicho la forma en la que muere, y el hecho de que por llevar la armadura blanca puesta no cojas y ganes de calle como en el primer duelo contra Scorpio, que de un ataque hala, a tu casa. Lo negativo la resurrección gratuita, la falta de explicaciones que arrastra la propia serie y que continúa hasta el propio final, y el misterioso método por el que Hector se mete dentro del cuerpo de Scorpio, cuando algo parecido a lo que hace Goku con Raditz hubiera sido suficiente y mucho más creible. Por último, una duda que tuve yo de pequeño, ¿por qué no se le ve la cara nunca a Scorpio? Pues sencillamente porque no tiene, dentro de la armadura no hay un cuerpo, hay otro espíritu del mal. Así se justifica que lleve vivo tantos años. Por lo que explica él mismo, no parece que en ningún momento fuese humano, así que por eso tampoco tiene cuerpo cuando lucha con Ariel en el flashback.

Valoración Global del Final
Perfecto
Casi Perfecto
Muy Bueno
Bastante Bueno
Bueno
Aceptable
Malo
Bastante Malo
Muy Malo
Un Desastre

2 comentarios:

  1. Si mal no recuerdo y quizás me equivoque en la batalla contra Hades, seiya cae derrotado y son el resto quienes lo derrotan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí y no. Es cierto que Seiya cae (supuestamente muere) en esa batalla. Entonces los demás sujetan a Hades con su cosmos y Atenea lo derrota. Pero ahí el mensaje que transmiten es muy diferente. Básicamente te dan a entender que a un Dios sólo le puede matar otro Dios, pues Hades es el único que muere, ya que a Poseidón lo encierran.

      Eliminar